Madre de todos los hombres

"Jerusalén será una ciudad abierta por la gran cantidad de hombres y animales que habrá en ella. Yo seré para ella –oráculo del Señor– una muralla de fuego a su alrededor, y seré su Gloria en medio de ella.

Grita de júbilo y alégrate, hija de Sión: porque yo vengo a habitar en medio de ti –oráculo del Señor–. Aquel día, muchas naciones se unirán al Señor: ellas serán un pueblo para él y habitarán en medio de ti."

(Zacarias 8-9.14-15)

Jerusalen siempre fue vista como figura de la Iglesia, igual que María. Pues María fue rodeada por el Señor con innumerables Gracias porque la misma Gloria de Dios nacería de Ella: Jesucristo. Y como María, la Iglesia nos da a Jesucristo.

Por eso María canta con júbilo “Mi alma canta la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador” (San Lucas 1,46-47), porque Dios vino a habitar en la Hija de Sión, en la Predilecta desde toda la creación.

Y Ella, como Madre, reúne en sí a todos. A Santos y pecadores, por eso dice que habrán en Ella “hombres y animales”. Porque Ella es la Madre de todos los hombres y el Refugio de los pecadores. Porque por mas grandes y horrendos que sean nuestros pecados y nuestras ofensas a Dios podemos acudir a esta Ciudad donde encontraremos la Abogada que nos conducirá hasta el Rey y el Rey se apiadará de nosotros haciendo de los pecadores, nuevos Hijos de Dios. Y entonces ya no viviremos bajo la esclavitud del pecado sino seremos un Pueblo para el Señor en María.

¡Cristianos! ¡Honremos a María como la honra Dios! El es fiel y honra a su Madre con la perfección de Dios. Imiten a Dios aquellos que llamandose cristianos temen ofenderlo por honrar a su Madre. ¿Acaso pensamos que Dios se rebaja por honrar a una creatura? ¿Acaso Dios no ensalsa a los humildes? ¿No dice acaso Dios que quien de un vaso de agua a uno de estos pequeños por pertenecer a Cristo no quedará sin recompensa? (San Lucas 9,41) Imaginate de que manera ha recompensado Dios a Aquella que dio de mamar al propio Hijo de Dios.

Cristiano, ”Honra a tu madre, y no la abandones ningún día de su vida. Trata de complacerla y no la entristezcas” (Tobías 4,3). Católico, anuncia a Cristo y a María y la Iglesia se llenará de naciones unidas al Señor.

- Claudio* -

Originalmente publicado el Sábado, 26 de Setiembre de 2009 en www.mariamadrededios.com.ar